Supongo que todos estaremos acostumbrados a esas temporadas en las que se nos mete un tipo de lectura entre ceja y ceja y no salimos de ahí. Pues hace algo más de un mes me invadieron las ganas de leer algo romántico, simple y llanamente. Sin fantasía, paranormal ni otros géneros mezclados, a no ser que se tratase de un poco de drama, y que fuese lo que llaman ahora young adult/new adult. Y así es como acabé eligiendo El chico malo...
Comenzaré comentando el título, al que se hace referencia una y otra vez desde que empezamos la primera página: eres un chico malo, soy malo, no soy la niña buena...Son tantas veces las que leemos una frase de este tipo que llegan a resultar irritantes a las 100 páginas. Y no sólo por leerlas al menos una vez en cada párrafo, si no porque nos pintan a Satanás y a la madrastra de Blancanieves (mínimo) y en realidad tenemos a Beau y a Ashton. Lo explicaré mejor.
Los protagonistas de la historia son los primos Vincent: Beau y Sawyer y su amiga desde la infancia, Ashton. Beau es el supuesto típico chico malo: alguna vez bebe cerveza, juega al billar y de pequeño hacía travesuras con Ashton ¿que qué más? Pues trabaja, ayuda a su madre aunque ha sido pésima ejerciendo su papel y ayudaría a una anciana a cruzar la carretera. Pero Ashton tiene que permanecer lejos de él, según ella "el chico más malo de la ciudad" (oh my god! esto es de juzgado de guardia), para que no se reavive su lado oscuro y se vea merecedora de estar con Sawyer, el santo. Ese chico con el que empezó a salir por ser el primero que se lo preguntó (así, fácil). Porque Ashton hace el papelón de chica buena y tapa su lado malísimo, ese en el que con menos de 10 años se reía de las bromas que Beau le hacía a su prima, ¡y su prima lloró y todo!...veo a Ashton y me cruzo de acera. Lo peor es aguantar durante todo el libro cómo ambos se fustigan a sí mismo regodeándose en su oscuridad de su perversidad, por la que no se merecen ser felices ninguno de los dos...
"Sólo era un amigo, pero… también era un chico. Un chico malo. Ashton Gray no invita a chicos a casa cuando sus padres no están." Cosas como esta hacen que Ashton sea la peor persona del mundo.
Y este es el primer punto negativo de la historia, todo se exagera ¿Problema? Que queda algo incoherente. Por ejemplo, Ashton nos presenta a su padre como alguien tan estricto que uno de los puntos que le impide hacer lo que necesita para ser feliz. Y resulta ser tan malo que mantiene con ella una charla en la que resulta ser más sensible que un osito de peluche. A lo mejor el problema está en el concepto que tiene la autora como malo, que ya sé desde el principio que no es el mismo que el que tengo yo (ni el 98% del mundo). Y como detalles como éste están en cada página, hace que la narración se haga pesada y muy aburrida...me daba la sensación de bucle en el que se va avanzando la historia pero se repite lo mismo una y otra vez.
El resultado es una narración mediocre y una trama simple: chica novia de el buen samaritano se siente atraída por el otro primo, un pseudo-macarra con el que puede ser ella misma. Hay un giro que se sumará a la historia, y con el que pensé que empezaría a engancharme. Sin embargo es una idea muy mal aprovechada y se convierte en una excusa para dejar a la protagonista desvalida sin un hombre a su lado para que parezca la protagonista de la letra escarlata. Para que al final veamos que todos esos temores y problemas de Ashton eran castillos en el aire, y acabé pensando que fue lo primero que se inventó la autora para darle vidilla a la historia.
Aparecen otros personajes a parte del triunvirato protagonista, sin embargo se reducen a papeles clichés que podemos encontrar en muchas novelas de este género: los compañeros de instituto, básicamente el equipo de jugadores y las animadoras; la madre de Sawyer, que no ha cumplido su papel como tal (familia desestructurada del chico malo...); la familia correctísima y modelo de la comunidad... Creo que la única que me gustó fue la abuela de Ashton y tampoco es que salga mucho en la novela.
El chico malo es un libro de romance juvenil que no aporta nada nuevo al género y aunque es ligero de leer llega a ser aburrido por lo repetitivos que resultan algunos detalles. Sólo en dos o tres escenas puntuales pude disfrutar de la tensión que-sí-que-no o de la ternura de la pareja, que no han sido lo suficiente como para contrarrestar mi opinión negativa sobre el resto. Quizá a alguien de 13-14 años les pudiese gustar más, aunque no está recomendado para esas edades por contener alguna escena subida de tono (sí, ya sé que muchos a esas edades ya saben latín, pero guardaremos la inocencia de los que no).
Hay una segunda parte protagonizada por Sawyer, personaje que he dejado al margen en esta reseña porque se nos muestra más a fondo en el segundo. Sí, soy masoca y me leí la segunda parte por si era mejor, ya sé que no hay quien me entienda. Así salgo después escaldada...
¿Alguien más ha leído este libro y me entiende? Porque me encontré bastantes reseñas positivas y no me esperaba el libro como fue al final, estoy empezando a pensar que soy la rara. ¡Espero vuestros comentarios!
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